Corría el minuto 72 de partido. En el Emirates, el Arsenal se imponía 1-0 al Newcastle de Kevin Keegan y los locales llevaban la iniciativa aunque sin crear grandes ocasiones. Entonces, desde una distancia demasiado respetable para esperar un lanzamiento a puerta, Mathieu Flamini impactó con el balón con la potencia necesaria y describiendo una trayectoria con un único destino, la escuadra izquierda del irlandés Given. Un golazo soberbio para enmarcar un notable partido del medio francés.
miércoles, 30 de enero de 2008
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1 comentario:
Impresionante el partido de Flamini que estuvo en todas partes, omnipresente. Se está confirmando como un jugadorazo y debe renovar contrato ya.
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