La derrota de esta tarde del Fulham frente al Chelsea en Craven Cottage confirma a uno de los muchos equipos londinenses de la Premier en los puestos de descenso. Y nos sirve de excusa para acercarnos un poco a este equipo en una temporada que hasta el momento está siendo para olvidar.
Penúltimo con 15 puntos, su situación no la podemos considerar dramática ya que está a sólo dos puntos de los equipos que se sitúan inmediatamente por encima del descenso, el Sunderland y el Bolton. El Derby County, por contra, si emite señales de descenso muy preocupantes. Pero más allá de esos dos puntos hay otros asuntos de dan a entender poca estabilidad -o no la suficiente- en el equipo y en el club. Empezando por la directiva, donde 7 miembros fueron sustituidos en 4 meses. Y cómo no, en situaciones comprometidas es dificil que el entrenador salga impune, aunque estemos hablando del fútbol inglés, tan respetuso tradicionalmente con los técnicos. La sucesión de malos resultados llevaron fuera del club a Lawrie Sánchez y, tras sonar varios nombres, se acaba de hacer con el equipo el británico Roy Hodson, quién ya triunfó en el fútbol sueco al frente del Malmo. Juzgarle sería precipitado e injusto, sobre todo cuando al poco de llegar ya tiene que lidiar con equipos punteros como el Chelsea.
De todos modos, salir de la quema esta al alcance y con media liga por jugar. Eso sí, hechos como no ganar fuera o no convertir el Cottage en un necesario fortín tienen que ser rectificados cuanto antes para el bien de los londinenses. Si no, cuando quieran reaccionar puede ser demasiado tarde.
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