viernes, 20 de mayo de 2011

Motherwell, la ilusión del modesto

La Final de la Copa escocesa es esperada por Motherwell. Club y ciudad. Claro, en grandes citas siempre sucede esto, la comunidad y el club que la representa mano a mano. La Glasgow católica también suspirará por su Celtic, más si cabe cuando el Rangers ya se ha llevado la Scottish Premier. Pero aún así, ellos adoptan el éxito como parte natural de su experiencia. Para el Motherwell no. Aunque campeones de la Copa de la Liga 2004/05, logro no excesivamente lejano, su papel es no figurar en los cuadros de honor. Su única Premier llegó en 1932. Y sus Copas se enumeran sólo hasta el dos. No, no es un día normal para nadie que esté en una Final, pero menos aún para el Motherwell.

Un equipo denominado como The Steelmen, por la industria siderúrgica de la localidad, central en Escocia. Cuya última final copera data de 1991, 20 años exactos. Un día en el que el Motherwell ganó 4-3 al Dundee United. Antes había eliminado a su rival actual, el Celtic, en semifinales. Fue época de éxito, con un subcampeonato y un tercer lugar en la Premier.

El equipo grande ve el duelo como una necesidad. Se alimenta de títulos. El modesto, como una oportunidad. Una ilusión. También con responsabilidad, por qué no decirlo. La de aprovechar un momento que resulta un auténtico acontecimiento para el club, y una vivencia irrepetible, quizá, para muchos jugadores o aficionados. Dejar sus nombres suspendidos en la memoria de una hinchada, de una sociedad. Eso es lo que se respira, poco que perder y mucho que ganar. Irreprochables los jugadores en su camino a la final, eternos si además la ganan. Stuart McCall, entrenador, y Mourice Ross, lateral del equipo, tienen una gran dosis de experiencia con la que aleccionar a los principiantes. Ambos campeones en su momento de la Cup escocesa. Ambos en las filas del Rangers, además.

Los jugadores saben que puede ser su día más trascendente en el deporte que aman. Que entre el esfuerzo y el anonimato entran mañana en el reconocimiento y la popularidad. El testigo libre del legendario Dougie Arnott, que un día de abril de 1991 llevó a su equipo a golear al Celtic para luego levantar la Segunda del Motherwell.

viernes, 6 de mayo de 2011

Ramsey, ayer, hoy y mañana

En estos días, capitaliza la atención en el Arsenal la figura de Aaron Ramsey. Muchos comentarios están relacionados con él, por logros y coincidencias. El gol ante el United, encargándose del papel de un Fàbregas lesionado fue el comienzo. Ahora, el calendario ofrece de inmediato (este mismo domingo) el regreso del galés al Britannia Stadium. Frente al Stoke, en el reencuentro con Shawcross, quien le produjo en una descontrolada entrada una doble rotura en su pierna derecha. Una dolorosa lesión para cualquiera, comprometedora también en un joven en pleno proceso de maduración y aprendizaje.

El susto, impacto y preocupación quedan atrás, y en el mismo escenario ahora habrá confianza, ilusión y tranquilidad. La que ofrece Ramsey tras recuperarse. Recuperando el tiempo perdido, dejando tan desagradable lance en un mal recuerdo. Si eso, en una experiencia de la que volver más fuerte. Tras ese 10 de febrero de 2010 se sucediron los meses, ocho para volver a entrenarse y nueve para volver a jugar. El Forest, en esta temporada 2010-11, resultó el lugar elegido para la rehabilitación, en The Championship. Ya en este 2011 regresó al Arsenal con un breve servicio intermedio a su club de siempre, el Cardiff. Un año después del impacto, tocaba volver al punto de partida, pero él fue más lejos. Agarró la capitanía de Gales, siendo el más joven de siempre en conseguirlo. Y el pasado domingo firmó una actuación decisiva ante el United. Sin la Premier como opción real, la victoria fue al menos un refuerzo moral para el equipo, igual que lo fue el gol para el mismo Ramsey.

Ante el posible futuro de un Arsenal sin Fàbregas, su nombre emerge con extrema naturalidad para sustituirle, para resultar el nuevo guía gunner con la inestimable sociedad de Wilshere. Todo eso tiene por delante joven Aaron, una carrera y un liderazgo que brindar. Lo más inmediato es Stoke. Un tunel que esperaba a su salida una brillante luz. A un jugador fortalecido y preparado. Una promesa que fue y que es, y una estrella que pretenderá confirmarse. Un desarrollo interrumpido un año, felizmente un jugador intacto futbolísticamente.