Si hace un par de semanas el Arsenal nos dejó una goleada por nada menos que por 7-0 frente al Slavia de Praga, en la jornada de ayer el Liverpool conseguió no igualarla, sino superarla. El 8-0 de Anfield Road será un resultado difícil de repetir. Y es que supone la mayor goleada de la Historia de la Liga de Campeones.
Desde el comienzo el Liverpool se mostró mejor que su rival, un Besiktas horroroso y sin ningún tipo de recursos con los que disputar en el encuentro. Una defensa desacertada, un mediocampo inexistente y una delantera náufraga de balones. Así es la síntesis del equipo turco en la pasada noche. Resulta cuanto menos muy difícil pensar que la jornada anterior este equipo fuera capaz de vencer en Estambul a los británicos.
Pero por supuesto no todo se debe al desacierto del rival. El Liverpool supo sacar partido de ello gracias a las ganas y concentración que puso desde el principio, cortando cualquier tentativa del contrario. También fue importante el comportamiento sosegado y sin prisas que llevó a cabo sobre el césped. Con tranquilidad, pero sin confiarse, el equipo de Rafa Benítez empezó a acumular ocasiones hasta que, sin pasar muchos minutos, abrió el marcador. A partir de ahí nada cambió. Se mantuvo la misma actitud y como consecuencia continuaron llegando los goles. Así hasta ocho y con dos lanzamientos a la madera por el camino.
Y más allá del notable tono general del equipo han habido nombres concretos a resaltar. Como por ejemplo Álvaro Arbeloa, que sobre todo en la primera mitad ha estado muy bien incorporándose al ataque con peligro y acierto y sin descuidar las labores defensivas. Crouch por su parte también ha estado bien, disfrutando de varias ocasiones y anotando dos goles. Benayoun ha aportado su calidad y clase habitual al equipo, moviéndose hacia el centro del ataque y permitiendo con ello que Arbeloa ocupara con sus subidas el espacio vacío dejado en la derecha. Y encima de su habitual buen hacer, ha conseguido tres goles que encarrilaron el encuentro.
Aunque por encima de todos hay un futbolista que ha cosechado un partido fantástico. Y curiosamente es uno que no ha marcado, aunque en algunos si que ha asistido. Se trata de Andryi Voronin. Una pena que no marcara porque se lo merecía. Con movimientos constantes en las posiciones de ataque fue el mayor problema de la defensa turca. La asistencia de tacón devolviendo la pared con Gerrard en el quinto gol fue de auténtico lujo. Como su rendimiento anoche. Y como un resultado que alivia las penas vividas hasta entonces en la competición. El Oporto será el siguiente obstáculo para los octavos de final. Esa será otra historia diferente.
2 comentarios:
Buen post David¡¡
Partidazo del Liverpool, que a ver si le da alas para la Premier que poco a poco y empate tras empate se aleja de Arsenal y ManU
saludos
Me quedo con el enorme trabajo de los nuevos, que de momento, habian estado casi todos muy grises. Benayoun, Voronin y Babel hicieron un excelente trabajo.
saludos
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