A falta de juego, mucha pegada

Una semana, de momento, ninguna más. Eso es lo que ha durado el liderato del United, el cual ha perdido debido primero a su derrota frente al West Ham y a la muestra de contundencia ofensiva después del Arsenal en el cierre de la jornada del sábado. Esta vez el buen partido de Cristiano Ronaldo no fue suficiente para agarrar una victoria que dislumbraron los Diablos Rojos en el primer tiempo. Así, a las 18,15 el Arsenal se encontraba ante la oportunidad de volver a ser líder y seguir demostrándo que un equipo que defiende el buen juego no tiene porqué no aspirar a ser también un equipo campeón.

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Aunque precisamente buen juego no es lo que ha ofrecido en Gooddison Park la tropa de Wenger, pudiendo llevar a engaño el 1-4 final. El Everton se encargó de que los visitantes estuvieran cuanto más incómodos mejor, sin dar en el primer tiempo ni un solo respiro en su tarea de cerrar cualquier espacio a Fàbregas y cía. Y para redondear el trabajo a destajo del equipo de David Moyes, Cahill se encargó de penalizar con la desventaja en el marcador una excesiva relajación de Bendtner en el área pequeña.

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La segunda parte fue parecida, pero no igual. Ahí apareció Edu da Silva para mostrarse como el buen delantero que es. Dos ocasiones suyas, dos goles y el partido remontado. Tras ello, una sucesión de jugadas que mezclaban lucha, esfuerzo e intensidad. Una buena muestra de fútbol británico. Otros dos goles, el 1-3 tras regalo de la defensa toffie, certificaron la victoria del Arsenal, que demostró una propiedad desconocida en ellos. Cuando lo habitual -no esta temporada- era verles jugar bien y caracer de gol, hoy a falta de juego han sacado una pegada demoledora. Así, a contracorriente, la Premier vuelve a teñirse de rojo gunner.

Disfruten del fútbol, llega el Grand Slam Sunday

Jornadas como la de mañana demuestran cómo es posible sintetizar en escasas horas lo mejor de la Premier. Los cuatro aspirantes al título se enfretan entre sí en una jornada ya bautizada por la prensa inglesa como Grand Slam Sunday. Desde luego que si hay alguien que no conoce muy bien el campeonato inglés, la jornada de mañana es la mejor manera de enamorase de él.

Emoción e intensidad concentradas en 180 minutos y Anfield como punto de partida. En la ciudad de Liverpool se vivirá el primer gran duelo entre el equipo de Benítez y el vigente campeón, el Manchester United. Y por supuesto el pronóstico es incierto. Tras una trayectoria en liga donde le falta la suficiente regularidad, los reds tienen sin embargo como gran carta de presentación la exhibición ofrecida en Marsella el pasado martes. Una actuación que sirve para confirmar el buen desempeño de Benítez y que servirá para que el equipo se llene de confianza. Y más le vale, porque no puede dejar pasar más puntos si quiere ser realmente un candidato firme a la Premier. En cuanto al conjunto de Ferguson, la jornada de Champions la vivió plácidamente al tener ya su clasificación en el bolsillo. Así mismo, en el campeonato doméstico está siendo la primera alternativa al líder Arsenal. Tras unos primeros partidos algo irregulares, la maquinaria del United empezó a funcionar y a dejar buen juego. Y la buena adaptación de Tévez a su nuevo equipo a ayudado a ello.

Y con el tiempo justo para darnos un pequeño descanso y saborear lo mejor que haya dado el partido de Anfield estará preparado para comezar el Arsenal-Chelsea. Los de Wegner han convertido el Emirates en un fortín, lo cual es indispensable para cualquier equipo que aspire al campeonato. En el otro bando el Chelsea lleva instalado en una constante escalada desde que Avran Grant se hizo cargo del equipo y posteriormente llegó como ayudante el holandés Hen Ten Cate. Los buenos resultados han llegado tanto en liga como en Champions y ya vigila de cerca a Man Utd y al propio Arsenal.

Y un breve apunte más. Y es que para abrir el día tendremos a partir de las 11,30 la final del Mundial de Clubes entre Boca y Milan. Así pues, que sea bienvenido el domingo.

Un Mundial con aroma a Intercontinental

Ya tenemos final del Mundial de clubes. Ayer se clasificó el Milan para la cita del domingo tras superar a los japoneses del Urawa Reds Diamons. Y esperándole desde el miércoles se encuentra Boca Juniors, vencedor en duelo frente al Etoile du Sahel. Así pues, se mantendrá la ya habitual pugna entre Europa y Suramérica.

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Desde 2005 se viene disputando esta competición en donde se reunen los campeones de los distintos continentes -este año con una plaza más para un equipo del país anfitrión-. La idea, transformar la Copa Intercontinental en una competición plural, donde realmente estuvieran representados los mejores equipos de cada continente. La verdad es que tratándose de un título que corona al triunfador como campeón del mundo la idea de expansión de la FIFA podría considerarse lógica.

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La teoría pinta bien, pero la práctica resulta ser distinta. Porque la realidad es que hay una gran diferencia entre Europa y Suramérica con el resto del mundo. El nivel es tan desigual que la posibilidad de sorpresas es baja y el interés por la competición escaso. Sólo en las semifinales la atención se empieza a acentuar con la entrada de suramericanos y europeos. E incluso en ellos se transmite una sensación de trámite que no ayuda a su seguimiento. Así estamos en España, donde al no haber ningún equipo español nos es imposible -o muy difícil- seguir los partidos. Está bien abrir puertas a otros equipos de otros continentes, pero los resultados confirman que es una medida demasiado temprana porque hay continentes cuyo potencial apenas ha empezado a ser explotado.

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Por lo pronto, el domingo tendremos el enésimo duelo Europa-Suramerica bajo el techo de una competición que aún hoy mantiene el espíritu de la tradicional Intercontinental.

Europa mira a Marsella y Madrid

Entre hoy y mañana la Champions llegará al final de la fase de grupos para posteriormente dar la bienvenida a los Octavos de Final en el mes de febrero. Sin embargo, ya tenemos dos duelos en los que se juegan el pase dos de los equipos favoritos. Liverpool y Real Madrid no han hecho los deberes como debían y ahora tendrán que recuperar el terreno perdido en sus últimos partidos de grupo.

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En primer lugar nos situaremos en el partido del sur de Francia, el Olympique de Marsella-Liverpool. Un partido donde las consecuencias de un mal resultado pueden ir más allá de la simple eliminación. Se ha podido seguir en las últimas semanas la sensación de inestabilidad que los malos resultados en liga se ha instalado en el banquillo red. A pesar de que la afición no duda de Rafa Benítez, las declaraciones cruzadas entre el madrileño y los dueños del club ponen al entrenador en el centro de las miradas. Durante sus temporadas en el equipo inglés el fracaso en liga ha quedado en menos gracias a sus éxitos europeos. Ahora incluso esta vía de espape se puede perder. Así, un equipo que ha ido de menos a más será puesto a prueba en el Vélodrome, con un Marsella que también aspira a clasificarse. Y todo ello con un precedente reciente: la inesperada victoria francesa en Anfield en la segunda jornada. La victoria inglesa tendría un efecto balsámico.

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Y como la otra gran cita del día, está el R. Madrid-Lazio. Como en el caso del grupo del Liverpool, se trata de un grupo con la clasificación abierta para sus cuatro equipos. Algo que no debería haber permitido el equipo de Schuster, que al contrario que el Liverpool ha ido de más a menos a la vez que daba a sus rivales opciones inesperadas. Sin ir más lejos, a esta jornada llegan con posibilidades dos equipos decepcionantes, la propia Lazio y el Werder Bremen, cada uno por distintos motivos. Los italianos porque más allá de su delantera Rocchi-Pandev caen en la vulgaridad y los alemanes porque han rendido a un nivel inferior de lo que se podía presuponer. Hoy en el Bernabéu hay que esperar que el Madrid gane y cumpla con su papel de favorito. Pero también era esperable que ya estuviera clasificado y no se da el caso.

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Y no quiero pasar por alto otro partido apasionante que se disputará mañana, el Rangers-Lyon, con el segundo puesto en juego. Sin duda, tenemos muy buenos aperitivos antes de que llegue la emoción de las eliminatorias.

Pachuca se despide del Mundial de Clubs

El Mundial de Clubes no se va a convertir de momento en la competición de mejor recuerdo para los hinchas mexicanos. Tanto en la edición del año pasado como en la de éste sus dos representantes cayeron a las primeras de cambio, esfumándose con premura las ilusiones depositadas.

En la edición pasada fueron Las Águilas del América los representantes mexicanos. Y tuvieron una despedida dolorosa tras encajar un 4-0 del FCBarcelona en una de las semifinales. No sólo fue sonrojante el abultado marcador, sino la impotencia y escasez de recursos que demostró en aquella cita.

Este Mundial daba la bienvenida al Pachuca, un club que en los últimos meses se ha acostumbrado a conquistar títulos naciones e internacionales. Y esta competición se esperaba con ilusión y ganas de seguir vinculando al club nuevos títulos. Su rival de cuartos fue el Etoile du Sahel, recientemente campeón de la Champions League africana tras ganar contra pronóstico al vigente campeón egipcio Al Ahly -victoria 1-3 a domicilio-. Un duelo cuyo vencedor tuvo a los tunecinos, para desilusión de un Pachuca que no supo aprovechar sus varias ocasiones.

Este torneo no acaba más que empezar pero para algunos ya deben decir adiós, para lamento del fútbol mexicano.

La imagen del día: Feyenoord 6-0 Heracles

Wijnaldum y Makaay celebran uno de los seis goles que la afición de De Kuip han podido disfrutar. Desde el primer minuto el Feyenoord se puso por delante en el marcador, marcando el comienzo de lo que sería una incontestable goleada. Con ella, los feyenoorder se posicionan a dos puntos del líder, el PSV. Además, empatan en la segunda posición con un Ajax derrotado en su estadio 1-3 por el NAC Breda.