Este fin de semana ha dado para mucho en el fútbol internacional. Se han vivido los inicios de Bundesliga, Eredivisie o Ligue 1. Y las Supercopas cuyo cartel presentaban superderbis con el ManCity-ManU en Inglaterra o el milanés Milan-Inter en Pekín. Material variado y con la seriedad que ya aporta la competición. Pero si algo ha llamado la atención y parece de especial notoriedad ha sido el tropiezo en Francia del PSG, el equipo más mediático de las últimas semanas, en manos del Lorient de Christian Gourcuff.
La inyección de dinero qatarí presentaba al PSG como próximo gran punto de referencia en el fútbol galo. Más aún cuando se conoció la contratación de Pastore. Con la expectación como sentimiento predominante, el PSG iniciaba su temporada en casa ante el Lorient. Un Lorient ya sin el talento de Gameiro y Amalfitano, ambos traspasados. En ese contraste de los equipos el Lorient parecería una víctima propiciatoria para la presentación en sociedad de la que pretende ser nueva fuerza francesa. Pero saltó la bomba que desfiguró los pronósticos, y los de Gourcuff tomaron el Parque de los Príncipes ganando el duelo 0-1.
Cuando se conoce el resultado uno puede quedar desorientado, pero cuando se visiona el partido se encuentra la razón de ser del desenlace. Desde el primer instante, sin opción a la duda, el Lorient se presentó valiente, intenso y con criterio. Buscando la presión arriba, en todo el campo, y disfrutando con la pelota. Toque rápido y movimiento, un dinamismo que llevó al PSG a la impotencia. El Lorient mandaba en el partido con una primera mitad modélica y el PSG desconocía los recursos necesarios para solventar esa complicación. Hoarau era la referencia muchas veces buscada, y sin funcionamiento colectivo todo dependía de la clase de Nené y su compenetración con Gameiro, sin duda lo más esperanzador en los parisinos en la noche del sábado. Además, la entrada de Pastore será fundamental para alcanzar esa ausencia de ideas en el desarrollo del juego.
"La suma de individualidades no hacen un equipo. Nuestra idea es imponer el colectivo, que el conjunto sea lo que permita el desarrollo de los individuos". La determinada concepción del fútbol de Christian Gourcuff resulta muy precisa. No sólo de aplicación propia sino de mensaje abierto al oponente. Incluso tras el descanso, cuando el PSG empujó más agarrado al corazón y la necesidad, el Lorient mantuvo su disciplina y su unión. Actuar como equipo, en defensa y en ataque. Eso mostró el Lorient, eso en lo que cree su técnico. Y para incrementar el valor, el Lorient acentúa la tendencia de los últimos años en París. 4 victorias del equipo bajo la dirección Gourcuff en los últimos seis partidos en el Parque de los Príncipes.
2006-07 PSG 2-3 Lorient (05/08/2006)
2007-08 PSG 1-3 Lorient (15/08/2007)
2008-09 PSG 3-2 Lorient (18/10/2008)
2009-10 PSG 0-3 Lorient (06/02/2010)
2010-11 PSG 0-0 Lorient (02/04/2011)
2011-12 PSG 0-1 Lorient (06/08/2011)
Era un inicio complicado además por los retos propios, en donde hacer frente a las pérdidas de Gameiro y Amalfitano, el gol con uno y el talento con ambos hasta ahora del equipo. De momento, el fenomenal Gourcuff ha brillado junto a su equipo en la primera prueba sin ellos. La consistencia minimiza carencias, y cuando un equipo se comporta como tal, cuando cree en la importancia de ello, los recursos van más allá de las individualidades.
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