Metidos en un mundo tendente a la especialización, el fútbol no es ajeno a ello. Un equipo con un objetivo común y con tareas distintas, concretas y complementarias para cada jugador. El lateral que cierra su banda y se incorpora al ataque, el central que amuralla su área, el medio que destruye, el medio que edifica, el que desborda por banda o el que desatasca por dentro, o el delantero que golea. Cada uno con un cometido, un valor que aportar al grupo. Ahora, cabe pararse y descubrir otra aportación. Saques de banda reconvertidos a dañinos centros al área.
Son especialistas en la materia. Mantienen su propio ritual, secando la pelota ya sea con su propia camiseta o con una toalla prevista para ello. El agarre de los dedos al cuero es lo primero a asegurar. Meticulosos y obsesivos, inician la carrera y sueltan con sus manos un balón que, por previsible, no deja de crear desconcierto en la defensa rival. Meteoritos que vuelan más a lo largo que a lo alto, que se presentan como punzadas que atraviesan el aire hasta herir al rival. Rory Delap es el artista más conocido en la materia, gracias a la lente multiplicadora de un campeonato como la Premier. Pero con él también rivaliza el más anónimo fuera de las Islas Greg Halford, lateral del Portsmouth. Éste, incluso, presume de sus mejores dotes para mandar más largos sus envíos.
Y esta estirpe de especialistas, ¿cómo valorarla? Puede cruzarse un pensamiento crítico al pensar que el hecho de que un jugador cuya herramienta de trabajo son los pies destaque por sus brazos no hablaría bien de sus virtudes como futblista. ¿Quién querría un portero con buen juego de pies que no consigue luego atajar los disparos que recibe? Por contra, también se puede pensar en ellos como gente capaz de explotar el privilegio de los saques de banda y optimizar al extremo la virtud que poseen. Al final, como ser un torpe o no con el balón en los pies es independiente de los resortes que se tengan en los brazos cabe juzgarles como buenos futbolistas que han sabido encontrar algo que les hace especiales. Adaptarse para sobrevivir ante otros más dotados en otras facetas. Así, ellos seguirán sacando beneficios de unas jugadas a balón parado cuya pólvora recae en unos brazos que parecen alargarse hasta el mismo gol.
martes, 1 de febrero de 2011
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3 comentarios:
Hay más en la Premier. El mismo Morten Pedersen la pone en el área desde muy lejos, y no sólo con los pies.
http://www.youtube.com/watch?v=uDZInwzhFA8&feature=player_embedded
Por supuesto, Pedersen, cómo no. Se me pasó en el momento de escribir el post jeje. Gracias por estar al quite y recordarlo y por comentar. Saludos!
En el programa de la BBC Football focus, pusieron el lanzamiento que efectúa un profesor de Halifax que mediante el sistema de dar previamente la voltereta, alcanza los 50 metros.
Supongo que por you tube se podrá ver.
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