River 2-0 Boca: orden e intensidad para llevarse el triunfo

En todos los rincones de la cancha se pudo sentir un sentimiento inconfundible de alegría acorde a la magnitud del encuentro. El Monumental gozó de ver a su equipo no solo ganar al máximo rival, sino también verle siendo superior a lo largo del partido.

Con un habiente de lujo como fondo ideal, los de Pasarella asfixiaron a Boca, quienes no encontraron vías libres para inquietar el arco de Carrizo. Y es que tanto Palermo como Palacio guardarán un recuerdo no muy grato por la derrota e incapacidad de su equipo y por sus actuaciones individuales. Si el equipo no anda bien se resiente los delanteros pero a la vez al estar éstos mal el conjunto pierde una vía para asomar la cabeza. Y al mirar mas allá, tenemos la misma conclusión con el resto del equipo: Ledesma, Gracián, Neri Cardozo y demás. Y en donde Ever Banega no solo tuvo problemas para imponerse en su zona sino que antes del descanso se fue del mismo por doble amonestación. Dos amarillas que sirven para mostrar la incomodidad de Boca a lo largo del campo debido a River.

Porque es hay donde radica la clave del encuentro, la mentalización que tenía de sobra River y que le faltó a su rival. Una presión constante y atenta cuando tocaba defender y momentos para gozar con el balón cuando tocaba buscar a Caranta. Ahí estaba Ortega para el instante que tocaba mover la bola. Siempre siendo una referencia y con un papel participativo, se marchó ante la ovación local y el partido ya liquidado con gol incluido. Falcao goleando y Belluschi siendo una referencia ya habitual -asistió a Falcao en el primer tanto- se encargaron de rentabilizar ese trabajo sin balón se dejaba a Boca maniatado y con sus prestaciones reducidas.

Historia de un derbi bañado de un sol radiante en el cielo y un ambiente extraordinario en torno a la cancha que ya acabó. La historia de este Apertura 07 sigue escribiendo capítulos buscando un ganador aún sin definir.