La comparativa nos lleva a Bélgica. A un contraste significativo, la verdad. Sorprendente. Cuando se han dado los primeros pasos en los play-offs por el título resulta adecuado observar a los dos dominadores del fútbol belga en los últimos 5 años, el Anderlecht y el Stantard. Los primeros con 3 de las últimas Ligas (2006, 2007 y 2010) y los segundos con las otras dos (2008 y 2009). Ambos compiten por la Jupiler Pro League 2011 pero bajo dinámicas opuestas. Y, qué bonito resultan las casualidades, cómo enriquecen el relato, unas dinámicas cuya aparación puede situarse el 23 de enero, cuando precisamente Anderlecht y Standard se enfrentaron con victoria 2-0 para los bruselenses.
El Anderlecht ganó ese día, jornada 23, y se asentaba en el liderato de la tabla. Era primero con cinco puntos de ventaja sobre el segundo, el Racing Genk. Mientras, el Standard caía al octavo puesto preso de su irregularidad. La semana siguiente el Standard ganó en casa y el Anderlecht empató fuera, y casi de modo sincronizado sus trayectorias cambiaron, se cruzaron y se alejaron. Los datos son tajantes. Tras ese día, esa jornada de finales de enero, el Standard renació y de 14 partidos jugados ha ganado 10, empatado 1 y perdido 3. Además, remontó en las semifinales de Copa y alcanzó la Final. Por contra, el Anderlecht ha jugado 11 partidos, sólo ganó tres, empató otros tres y perdió hasta en cinco ocasiones. Y entremedias, cayó eliminado por el Ajax en la Europa League.
Un estado deportivo que recae en lo anímico. Y viceversa, claro. Se trata de una retroalimentación. Mientras el Standard se muestra crecido, confiado, atrevido, el Anderlecht viene mostrándose timorato, desorientado, vulnerable. En Lieja surgen hombres para la causa, como la reciente y protagonista aparición de Nong para acompañar a Tchité. En Bruselas han perdido a Boussoufa, estrella del campeonato y desde marzo en la Liga rusa. El cambio de inercia se representó con nitidez en la primera jornada de los play-offs, cuando el Standard ganó 1-3 al Anderlecht. D'Onofrio vive feliz, con el equipo esperanzado con un doblete. Ariel Jacobs ya siente la presión de ver el derrumbe que vive su equipo. La clasificación llamaría a la prudencia. El Anderlecht, a dos puntos del líder Genk, sigue por delante del Standard. Pero la tendencia, por prolongada, amenaza a unos e ilusiona a otros. Contrastes.
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